Nació en Puçol (Valencia) el 30 de noviembre dc 1905. Cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario Conciliar de Valencia. Fue colegial del Patriarca durante sus estudios de teología.

Ordenado sacerdote el 16 de junio de 1929, fue vicario de Jesús Pobre (Denia) y párroco de Ayódar.

En 1931 fue nombrado director del reformatorio colonia de San Vicente Ferrer, de Godella. Y un año después cura regente de Vinalesa.

Asistió a los cursos de la casa del consiliario de Acción Católica, de Madrid. En la universidad de Friburgo (Suiza) se doctoró en derecho civil y canónico.

En 1939 fue nombrado director del colegio mayor de San Juan de Ribera de Buijasot. El 8 de enero de 1944 fue nomtrado por el papa Pío XII obispo titular le Alinda y auxiliar del arzobispo Prudencio Melo, siendo a su muerte, acaecida el 31 de octubre do 1945, designado vicario capitular

El 26 de octubre de 1946 fue nombrado obispo coadjutor de Mallorca. pasando a obispo residencial el 22 de diciembre de 1947. Allí impulsó el movimiento de los Cursillos de Cristiandad.

El 14 de marzo de 1955 rasó a regir la sede episcopal de Ciudad Real.

Aquellos jóvenes de Mallorca primero y de Ciudad Real después, supieron encontrar siempre estimulo y prudencia en su Obispo y fortaleza en los tiempos difíciles. Les hablaba con las palabras del Papa, de que la juventud ha de tener “santas imprudencias y santas audacias” y él sabía equilibrarlas.

 

Su traslado a Ciudad Real obedeció, sin duda, a que el Movimiento de Cursillos nacido en Mallorca no había sido comprendido en algunas instancias decisorias de la jerarquía a donde hablan llegado denuncias de un sector de la iglesia de Mallorca que ponía en tela de juicio algunos gestos y expresiones de algún momento del Cursillo que se interpreta­ron prejuiciosamente y se optó por el cambio primero y el silencio más tarde.

 

Aquejado por una implacable enfermedad renunció al gobierno de la Diócesis de Ciudad Real en 1976 y también dimitió del cargo de Asesor Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad. “Ha llegado la hora - decía - de regar con oración y su propio sufrimiento la sementera en que había trabajado por más de treinta años”. Al final de su vida quedó totalmente paralizado y murió en un ex convento de Agustinos en Felanitx en Mallorca el 6 de Junio de 1982.

Su contribución, su apoyo, su defensa, su presencia, fueron decisivos para la obra de Cursillos. Supo reconocer el valor de lo que conoció que se iba creando. Fue hidalgo en mantener y apoyar su crecimiento, supo “jugársela” por Cursillos en los tiempos difíciles.